REFLEXOLOGÍA PODAL THAI
Masaje que estimula los puntos reflejos del cuerpo, ubicados en los pies. Favoreciendo la autocuración y el flujo energético de los órganos, glándulas y sistemas.
La reflexología podal tailandesa ayuda a equilibrar las funciones del organismo, el flujo energético y además relajar profundamente cuerpo y mente. Es un arte y técnica ancestral que ha evolucionado a lo largo del tiempo.
Este tipo de masaje se fundamenta en que en el pie se encuentra reflejado todo el cuerpo. Articulaciones, músculos, órganos internos, etc. Se pueden realizar dos tipos de reflexología podal, una más relajante y energizante y otra más especializada en patologías concretas. Esta última se hace a través de un protocolo tailandés que trabaja los puntos reflejos más importantes. Para ello se utilizan cremas especiales y un instrumento denominado stick, que ayuda a localizar y trabajar ciertos puntos terapéuticos con mayor precisión, como aquellos ligados a los sinus o la glándula pineal.
Los beneficios de este arte milenario destacan por su diversidad terapéutica, pudiendo abordar tanto dolencias biomecánicas y del sistema linfático y fisiológico, así como mitigar cuadros de ansiedad y trastornos del sueño. Sin duda, se trata de una disciplina que destaca dentro del espectro de las terapias tradicionales por sus beneficios inmediatos en la salud.
La reflexología podal tailandesa ayuda a equilibrar las funciones del organismo, el flujo energético y además relajar profundamente cuerpo y mente. Es un arte y técnica ancestral que ha evolucionado a lo largo del tiempo.
Este tipo de masaje se fundamenta en que en el pie se encuentra reflejado todo el cuerpo. Articulaciones, músculos, órganos internos, etc. Se pueden realizar dos tipos de reflexología podal, una más relajante y energizante y otra más especializada en patologías concretas. Esta última se hace a través de un protocolo tailandés que trabaja los puntos reflejos más importantes. Para ello se utilizan cremas especiales y un instrumento denominado stick, que ayuda a localizar y trabajar ciertos puntos terapéuticos con mayor precisión, como aquellos ligados a los sinus o la glándula pineal.
Los beneficios de este arte milenario destacan por su diversidad terapéutica, pudiendo abordar tanto dolencias biomecánicas y del sistema linfático y fisiológico, así como mitigar cuadros de ansiedad y trastornos del sueño. Sin duda, se trata de una disciplina que destaca dentro del espectro de las terapias tradicionales por sus beneficios inmediatos en la salud.
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